Karen Bardsley habló con FIFA.com
La arquera inglesa rememora Francia 2019 y mira al 2023
Mentalidad, aislamiento y su rol en Women's Sport Trust
Va a cumplir 36 años dentro de unos meses, tiene un máster en dirección deportiva y hace poco se unió a Women’s Sport Trust. Sin embargo, aunque Karen Bardsley —una mujer muy inteligente y “planificadora” por naturaleza— se fije en el futuro, no tiene ninguna prisa por colgar los guantes.
Un año después de causar sensación en su tercera Copa Mundial Femenina de la FIFA, la guardameta de la selección inglesa y del Manchester City ya tiene la vista puesta en la que sería su cuarta cita planetaria. Y, si va, no lo hará solo por engrosar sus estadísticas.
Seguro que a quienes la conocen no les sorprenderá su actitud, porque Bardsley, además de no ser una futbolista al uso, tampoco es la típica británica. Nació y se crió en Estados Unidos, su carrera deportiva arrancó en California, y comparte la mentalidad y la actitud que han cimentado el éxito actual de la selección femenina estadounidense, indiscutible número uno mundial.
Bardsley habló de todo esto y mucho más con FIFA.com en plena recuperación de la cruel lesión en los isquiotibiales que le impidió jugar el partido contra Estados Unidos en Francia 2019.
Karen, ¿cómo ha llevado el confinamiento por la COVID-19?
Ha sido muy frustrante, porque justo volvía a pisar el césped y estaba más cerca de integrarme otra vez con el equipo. Ya hacía carrera continua, sesiones de gimnasio y estaba trabajando con los entrenadores de porteras. Estaba mejorando mucho y tenía ilusión de entrenar de nuevo con las chicas a su vuelta de los compromisos internacionales. Creo que ha sido duro para todo el mundo. Somos animales sociales por naturaleza, y pasar un periodo de aislamiento como este va totalmente en contra de nuestra forma de ser.
Ya había sufrido otras lesiones, algunas de ellas graves. ¿Cómo ha sido esta en términos de recuperación física y mental?
Esta ha sido la primera lesión importante que he tenido en los tejidos blandos, así que ha sido bastante distinta en algunas cosas. Si me rompo un hueso, sé lo que he de hacer para recuperarme y dejar que cure mucho mejor. ¿Mentalmente? Bueno, una lesión nunca llega en buen momento, pero tengo la sensación de que muchas de mis lesiones han llegado en puntos de mi carrera en los que de verdad estaba a mi máximo nivel. Ha sido muy frustrante, porque siento que a veces me ha impedido demostrarle al mundo de lo que soy capaz.
La lesión que sufrí en Francia me afectó mucho, porque el Inglaterra-Estados Unidos era un grandísimo partido, también para mí en el plano personal. Me dolió tener que perdérmelo, sobre todo porque creo que podría haber aportado mucho. Es algo que me ha costado superar.
Al recordar Francia 2019, ¿la sensación que le queda es principalmente de frustración?
No, en absoluto. Lógicamente, la manera en que acabó fue decepcionante, tanto para mí como para la selección, pero guardo muy buenos recuerdos tanto de Francia como de todos los Mundiales que he jugado. Y me siento orgullosa de mi rendimiento. Hubo momentos en los que mantuve al equipo metido en los partidos, y creo que el hecho de lesionarme me impidió recibir los elogios que, a mi juicio, merecía. Mi impresión es que no cometí ningún error.
Ganaron la Copa SheBelieves y dijeron abiertamente que iban a Francia a ser campeonas. ¿Ve ese Mundial como una oportunidad perdida para Inglaterra?
Yo no sé si lo diría así. Creo que ofrecimos nuestra mejor versión, pero al final no nos alcanzó. En cierto sentido, me parece que la semifinal de 2015 sí fue más una oportunidad perdida, aunque en Canadá acabamos colgándonos una medalla e hicimos historia. A nivel emocional fue un chasco para todas, porque sentíamos que podíamos ganar el torneo dada nuestra buena dinámica. Eso sí, aunque caímos, creo que es muy importante recordar los aspectos positivos del Mundial, que hubo muchos, y el juego que desplegamos.
Se avecinan cambios tanto en su club como en la selección, ya que el Manchester City anunció a Gareth Taylor como su nuevo entrenador e Inglaterra busca sucesor a Phil Neville. ¿Hacia dónde confía que vayan su equipo y su selección?
Para mí, lo más importante es tener entrenadores de los que podamos aprender y que nos estimulen, no solo en la cancha, sino también como personas. La cuestión es cómo vamos a crecer como equipo y creer un poco más en nuestras posibilidades, algo a lo que todavía no nos hemos acostumbrado del todo en Inglaterra. Todo el mundo ha de marcarse objetivos y, aunque no siempre vamos a cumplirlos, creo que es bueno salir y decir: ‘Esto es lo que quiero hacer y este es el nivel al que quiero llegar’.
Usted creció en el mundo del deporte estadounidense. Su autoconfianza sin complejos y su determinación, algo que la selección femenina estadounidense exhibe en abundancia, ¿es una de las claves que las diferencia del resto? Culturalmente, los británicos siempre han sido proclives a menospreciar lo suyo y a considerar esa confianza como una bravuconada. ¿Es algo que deberían adoptar?
¡Yo diría que sí! [ríe] Has dado en el clavo con lo de los británicos y el menospreciar lo suyo: el humor, la cultura... todo se inclina hacia ese lado. Pero, de algún modo, creo que también es un lastre. Recuerdo que, cuando vivía en Estados Unidos, si tú ibas a alguien y le decías ‘quiero hacer esto’, lo más seguro es que te contestara con el mismo optimismo. ‘¡Claro que sí, tú puedes! Vamos a hacer que lo consigas’, te dirían. En Europa, y en Gran Bretaña en particular, lo normal es que te digan: ‘¿Estás segura? ¿Pero te lo has pensado bien?’ Y, a continuación, te enumerarán una lista de obstáculos y limitaciones. Acto seguido, empezarás a dudar de ti misma y te preguntarás si no sería mejor no apuntar tan alto. Mi sensación es que cuanto más positiva seas a la hora de afrontar las cosas, las harás con más ilusión y más motivación, y deberíamos adoptar esa actitud.
¿Ha intentado que la selección inglesa piense un poco más como la estadounidense?
A veces lo hago sin darme cuenta y se cachondean de mí todo el rato, porque soy muy optimista a la hora de afrontar las cosas. ‘No te lo hemos puesto fácil, pero ya lo hemos entendido’, me dijo el año pasado una compañera. ¡Solo me ha costado 15 años, pero ya va calando el mensaje!
Se ha unido a Women’s Sport Trust y está colaborando en su campaña Unlocked, que empareja a deportistas femeninas de élite con figuras destacadas del mundo de los negocios, el deporte y los medios de comunicación. ¿Podría contarnos un poco más al respecto?
Formar parte de Women’s Sport Trust está siendo una gran experiencia para mí, y estoy aprendiendo un montón. Me inspira mucho su labor, y han hecho un trabajo fantástico a la hora de organizar seminarios web, cursos y clases magistrales. Esto nos ha permitido mantenernos en contacto un par de veces por semana durante el confinamiento por la COVID-19. Nos están ayudando a todas a mejorar nuestro perfil profesional, así como a obtener una panorámica de cómo es el mundo real en cuestión de marketing, de visión y a la hora de involucrarte con aquello que de verdad te importa.
Nos han emparejado con promotores y mentores de élite del mundo del deporte, que nos dan muy buenas ideas. Lo encuentro muy inspirador, porque la verdad es que a todos los participantes les motiva muchísimo cambiar el fútbol femenino a mejor y garantizar que las niñas puedan aspirar a tener un futuro en el fútbol, en el atletismo o en lo que sea que quieran hacer.
¿Y qué hay de su futuro? ¿Es muy pronto para preguntarle cuándo dejará de jugar y qué planes tiene para luego?
No, no es muy pronto. ¡Yo lo planifico todo! Siempre intento pensar en todos y cada uno de mis movimientos. Creo que es algo que me viene de haber crecido en una época en la que había muy pocas certezas en el fútbol femenino. Como cualquier otra profesional, quiero jugar todo el tiempo que pueda. Pero, como he tenido tantas lesiones, siempre he intentado diversificar y aprender cosas nuevas.
Me gusta marcarme retos y objetivos y, cuando la gente me dice que no puedo hacer algo, me motivo aún más. En estos momentos, mi objetivo es entrar en la lista para los Juegos Olímpicos, la Eurocopa y el Mundial de 2023. A lo mejor luego no voy, pero si no tuviera esos objetivos, supongo que lo mejor sería retirarme ahora mismo.