sábado 06 enero 2024, 12:00

Un homenaje a Mario Zagallo: 1931-2024

Mário Zagallo, fallecido el 5 de enero de 2024 a los 92 años, fue una de las figuras más influyentes de la historia de la Copa Mundial de la FIFA™ y la primera persona en ganar el mayor trofeo del deporte rey como jugador y, luego, como seleccionador.

En su época de futbolista se desempeñó como extremo y ganó la Copa Mundial de la FIFA con Brasil nada menos que cuatro veces: dos como jugador, en 1958 y 1962, una como seleccionador, en 1970, y otra como seleccionador asistente, en 1994. Se le recordará sobre todo por dirigir al combinado de 1970, posiblemente uno de los mejores que se hayan visto nunca, con un elenco de astros de fantasía como Pelé, Jairzinho, Rivelino y Tostão.

Conocido en Brasil simplemente como “Zagallo”, su carrera abarcó las épocas antigua y moderna de la Copa Mundial de la FIFA. También entrenó a su país en la cita de 1974 y, por tercera vez, en 1998 —año en que logró el subcampeonato—, y fue coordinador técnico de Brasil en 2006. Es una de las tres únicas personas que han ganado la Copa Mundial de la FIFA como futbolista y como seleccionador.

Zagallo nació en el estado de Alagoas en 1931. Su familia se mudó a Río de Janeiro cuando él tenía ocho meses y pasaría ya el resto de su vida en la Cidade Maravilhosa. Empezó jugando en el América y en 1950 fichó por el Flamengo, con el que enseguida empezó a ganar títulos, al hacerse con tres campeonatos cariocas. De muy joven fue soldado y estuvo en el Maracaná, desempeñando tareas de seguridad en el estadio, el día en que Uruguay venció contra todo pronóstico por 2-1 a Brasil y ganó la Copa Mundial de la FIFA 1950™, protagonizando así una de las mayores sorpresas del torneo.

En la Copa Mundial de la FIFA 1958™ actuó como extremo izquierdo y empezó a demostrar que era un adelantado a su tiempo. Ayudó a convertir el 4-4-2 de Brasil en un 4-3-3, bajando al mediocampo para proporcionar cobertura adicional a la zaga, una novedad en aquella época. Sus dotes defensivas resultaron cruciales en la final: cuando Suecia iba ganando 1-0, evitó un segundo gol en contra despejando el balón de cabeza fuera de la línea de meta. Brasil acabaría imponiéndose por 5-2 y él firmó el cuarto tanto de los suyos.

Cuatro años más tarde, Zagallo marcó el primer gol de la campaña mundialista de Brasil, en un choque que se saldó con un triunfo por 2-0 sobre México. Los sudamericanos revalidarían el título.

Posteriormente vistió los colores del Botafogo, con el que colgó las botas en 1965, aunque enseguida se convirtió en entrenador de las categorías inferiores del club. En 1967 se hizo cargo del primer equipo, al que condujo a la conquista del Campeonato Carioca en su primera temporada, lo que catapultaría su carrera como técnico.

Apenas 75 días antes del comienzo de la Copa Mundial de la FIFA 1970, se hizo cargo de la selección brasileña en sustitución de João Saldanha, quien la había dirigido durante la fase preliminar. Aunque disponía de poco margen, cambió jugadores y modificó también el planteamiento. “Estaba convencido de que si Brasil iba al Mundial con ese sistema [el anterior], no llegaríamos a ninguna parte”, declaró a la FIFA el día de su 90º cumpleaños.

Brasil ganó sus seis partidos de aquel certamen y alzó un tercer trofeo mundialista, en un torneo que fue transmitido por primera vez en color y supuso la entrada en la época moderna.

Veinticuatro años después, volvió a participar en el cuarto título mundial de Brasil, esta vez como asistente de Carlos Alberto Parreira.

A Zagallo le fascinaba el número 13, que creía que le traía suerte, y entrenó asimismo a las selecciones nacionales de Kuwait, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Contribuyó a la clasificación del conjunto emiratí para la Copa Mundial de la FIFA 1990, aunque no disputaría el torneo. En Río de Janeiro, entrenó cuatro veces al Botafogo, tres al Flamengo, dos al Vasco da Gama y una al Fluminense. Ganó su último título, el Campeonato Carioca, con el Flamengo en mayo de 2001, y seis meses más tarde, a los 70 años, puso fin a una carrera que se prolongó durante 53 años. “Nací el día justo”, dijo en una ocasión. “Vine al mundo acompañado por la victoria”.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, rindió homenaje a Mário Zagallo con estas palabras: “Con una gran tristeza nos hemos enterado del fallecimiento de uno de los auténticos grandes; un hombre cuyo impacto en la Copa Mundial de la FIFA no tiene parangón”.

“En momentos de necesidad, Brasil recurrió al ‘Profesor’ como una presencia tranquilizadora, una mano rectora y un genio táctico. Siempre será recordado como el padrino del fútbol brasileño, y su presencia la echaremos mucho de menos todos en este deporte, pero especialmente aquí en la FIFA”, continuó.

“La historia de la Copa Mundial de la FIFA no se puede contar sin Mário Zagallo”, subrayó Gianni Infantino.

“Deseo enviar mi más sentido pésame a toda la población de Brasil, a la Confederación Brasileña de Fútbol, y a sus familiares y amigos”, concluyó.

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