"Vi a Kathrin en un torneo internacional cuando era delantera, y más tarde la vi como entrenadora cuando realizaba sus primeros cursos para obtener la licencia. Fui testigo de cómo lo sacó todo adelante como entrenadora de deportes de la federación en Westfalia gracias a la fuerza de su ideas y a su poder de persuasión. Kathrin y yo llevamos mucho tiempo juntas. Ya me desafió durante mi trabajo en la DFB (primero como entrenadora y más tarde como responsable de la promoción juvenil y de élite)".

Con estas cálidas palabras describe Tina Theune, campeona del mundo con Alemania hace 20 años, su larga relación con Kathrin Peter. Juntas forman un dúo de mentora y discípula particiopantes en la segunda edición del Programa de Formación de Entrenadores de la FIFA. El objetivo del programa es apoyar el desarrollo y la promoción de una nueva generación de entrenadoras y crear una red mundial.

"Desde mi punto de vista, por supuesto es un honor increíble desarrollarme entre tantas personas tan destacadas, con experiencia internacional y de éxito. No hay más que ver los mentores que hay este programa. Las alumnas también son entrenadores con buenos cargos, se puede decir que no son principiantes", explica a FIFA.com Peter, que entrena a las selecciones femeninas sub-19 y sub-20 en la DFB.

"El intercambio que allí se produce se asemeja a una auténtica comunidad, en la que todos se ayudan y se apoyan mutuamente. Es increíble lo mucho que se pueden beneficiar unas de otras, especialmente con Tina y su experiencia. Me apoya, me observa y me da su opinión de una manera realmente fantástica. Este programa es algo especial y me ayuda muchísimo en mi desarrollo".

Al mismo tiempo, la veterana jugadora de la Bundesliga subraya que también es un reto cuando mentor y alumna se conocen desde hace tanto tiempo y una se pregunta: ¿Qué nuevos impulsos se pueden dar?

"Me pareció estupendo que Tina asumiera el papel de mentora y estuviera dispuesta a seguir aprendiendo, construir esta comunidad y debatir estos nuevos temas. Es un capítulo completamente nuevo en nuestra colaboración. Creo que es una locura ver cómo Tina consigue comprometerse por completo con este nuevo papel. Este programa es realmente valioso y me apuntaría a él una y otra vez".

Peter subrayó otro aspecto valioso del programa de formación: nunca dejas de aprender y ampliar tus horizontes, tengas la edad que tengas. "Se trata de aprender durante toda la vida, y eso también es un privilegio. Nunca he estado tan involucrada con el fútbol como cuando era entrenadora de la DFB. Ahora vuelvo a estar muy cerca", añadió Theune, de 69 años.

Los dos estuvieron muy cerca en el reciente seminario de Lisboa. 39 mujeres y hombres de todo el mundo se reunieron en el centro de entrenamiento de la Cidade do Futebol de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) para participar en el segundo seminario del Programa de Formación de Entrenadoras, que tiene una duración de 18 meses.

"El seminario de Lisboa me pareció estupendo. En los talleres obtienes mucha inspiración de otros entrenadores y entrenadoras. Por ejemplo, nos pidieron que intercambiáramos ideas en grupos de tres. Yo estaba en un grupo con Tom Sermanni, que es de mi edad, y Vlatko Andonovski. Fue muy emocionante lo que nos contó Vlatko. Cómo consigue mantener el vínculo con cada una de los jugadoras en un país tan grande (Estados Unidos). Lo que significa el liderazgo y la dinámica que hay detrás para reunir a jugadoras experimentados y acostumbrados al éxito con las jugadoras jóvenes", explicó Theune, galardonada con la Cruz Federal al Mérito en 2002 por sus servicios al fútbol.

"Lo que también me impresionó fueron las presentaciones. Tom Sermanni, Bev Priestman, Pia Sundhage y María Ruiz de Oña, por ejemplo, hicieron grandes presentaciones. En Lisboa, Karl Lines (asesor de la FIFA para el fútbol femenino) nos puso en un gran desafío. Nos dio muchos ejemplos reales. En cuanto al espíritu de equipo, se refirió a la catástrofe de la mina de San José. ¡Los 33 supervivientes aguantaron allí 69 días hasta que los rescataron!".

Los talleres se centraron en reflexionar, compartir e intercambiar ideas, lo que repercutió en los participantes.

Fue increíblemente útil, porque recibías ideas que podías poner en práctica y llevarte a casa". A Peter también le impresionó especialmente la gran familiaridad y franqueza que reinaba entre mentores y alumnas.

"Me pareció inestimable lo abierto que fue el intercambio, a pesar de que aún no nos conocíamos. La gente hablaba de sus experiencias de manera, tanto si eran positivas como negativas, aprendíamos unos de otros y se daban consejos. Enseguida se creó un ambiente de confianza, lo que me impresionó totalmente".