A primera vista, las vidas de músicos y futbolistas no tienen mucho en común. Pero en realidad, ambas profesiones comparten un rasgo evidente. “Me encanta actuar ante un público más que nada”, afirma el futbolista reconvertido a DJ Ruslan Nigmatullin. “Mi carrera futbolística siempre me brindó esa oportunidad, pero ahora tengo mi propio público y me encanta trabajar ante él”.
El de Kazán sabe bien lo que es salir a escena ante grandes audiencias. En su época de futbolista, el ex guardameta militó en las filas de KAMAZ Naberezhnye Chelny, Spartak de Moscú, Lokomotiv de Moscú y dos clubes italianos: Hellas Verona y Salernitana. Asimismo, fue titular con Rusia en la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón™ 2002.
Tras poner fin a su carrera deportiva en 2009, se entregó a su otra pasión, y ahora es un exitoso DJ que pincha por toda Rusia y en el extranjero. “Entiendo que se trata de un paso totalmente inesperado para un futbolista retirado”, explica Nigmatullin en una entrevista con FIFA.com. “Trabajar como DJ es muy difícil de compaginar para alguien que juega al fútbol. No puedes estar simplemente de pie tras la mesa de mezclas e intentar sacar dinero de tu popularidad. Tienes que vivir de verdad el oficio, y eso conlleva mucho trabajo”.
El mejor futbolista ruso de 2001 no se pasó a la música por casualidad. “Estudié en una escuela de música cuando era pequeño. Tocaba la guitarra”, recuerda. “Mientras iba creciendo, tenía dos sueños: la música y el fútbol. Al final, llegó un momento en que tuve que elegir, y ganó el fútbol”.
De niño, Nigmatullin escuchaba las baladas de rock de Gary Moore y de Scorpions (“Prefería la música melódica; nada demasiado heavy”, matiza), aunque ahora está metido en algo totalmente diferente. Sus logros en la música son comparables a los que vivió en el fútbol. En 2014 fue elegido mejor DJ del país, mientras que su canción de 2011, Symphony, alcanzó el puesto nº 2 en la lista de éxitos nacionales.
350 ciudades en 7 años La cima de la carrera de un futbolista es participar en una Copa Mundial de la FIFA, ¿pero qué es lo máximo a lo que puede aspirar un DJ? “Lo más importante para cualquier artista es estar solicitado. He tenido cierto éxito en ese aspecto, y sigo haciendo giras”, señala Nigmatullin.
“Y viajar es algo que me gustaba mucho cuando jugaba al fútbol: el equipo a menudo afrontaba partidos a domicilio. La industria musical implica viajar mucho también; cada fin de semana estoy en una ciudad nueva. ¡He visitado 350 ciudades en 7 años, desde Nueva York hasta Vladivostok! Me siento igual de cómodo actuando en bares pequeños que en grandes conciertos urbanos, con auditorios de 40.000 personas”, resalta.
Nigmatullin se ha cruzado en su camino con el ex internacional español Gaizka Mendieta, quien también se reconvirtió en DJ tras colgar las botas. “Recientemente jugué un partido con Mendieta en un equipo de veteranos. Había oído que él también se había convertido en DJ, así que le di uno de mis discos como regalo. Sin embargo, no pudimos hablar de nuestro trabajo”, lamenta.
En todo caso, el que fuera 24 veces internacional con Rusia no ha olvidado que fue su primera profesión la que le hizo famoso inicialmente, y ha abierto su propia academia de fútbol. Allí se forman jóvenes jugadores que algún día podrían dar el salto a la selección nacional. Y presta especial atención a los jóvenes arquero.
“Jugar bajo palos es una forma de arte diferente, y tienes que concentrarte en ella desde muy pequeño”, apunta Nigmatullin. “Sin embargo, muchas academias ni siquiera tienen entrenadores de porteros. Yo solamente recibí formación de un especialista cuando tenía 21 años. Por eso muchos jóvenes arqueros de las academias de fútbol acuden a mí para recibir lecciones adicionales; ¡soy como un profesor particular!”.
Inicialmente, Ruslan abrió la academia para sus hijos, a quienes quería enseñar a jugar al fútbol. No es difícil adivinar cuáles son sus intereses: su hijo mayor, que también se llama Ruslan, es un portero en ciernes, mientras que Marcel, de 12 años, toca el piano.
Sonido de calidad Obviamente, no es casualidad que a Nigmatullin lo eligiesen para animar la ceremonia de presentación del programa de voluntarios de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™ que tuvo lugar el pasado junio en Moscú.
“Los voluntarios hacen un trabajo magnífico echando una mano en cualquier acontecimiento deportivo”, destaca. “Fue un honor para mí participar en este evento. Intentaré mezclar un tema apropiado como himno del campeonato”.
Nigmatullin no oculta lo mucho que está deseando que los aficionados de todo el mundo acudan a Rusia en 2018: “El Mundial es el punto culminante de la carrera de todo futbolista. Nosotros no conseguimos superar la primera fase en 2002, pero recuerdo claramente lo mucho que disfruté de esa grandiosa fiesta del fútbol. Fue impresionante. Tengo muchísimas ganas de vivir la misma fiesta en Rusia. Es una gran responsabilidad, pero nuestro país hace un trabajo magnífico cuando organiza grandes acontecimientos deportivos. No me cabe duda de que a todos los aficionados que vengan aquí les encantará”.
Los aficionados a la música también encontrarán algo de su gusto en el Mundial de 2018. “La vida nocturna es genial en Rusia”, asegura Nigmatullin para concluir. “Todo el que venga podrá celebrar la victoria de su selección en alguna de nuestras discotecas. Tenemos buena música y equipos de sonido de calidad. A los aficionados no les defraudará nuestra vida nocturna”.