sábado 01 octubre 2016, 08:14

Celina: "Quiero capitanear a Kosovo en el Mundial"

El viernes 13 de mayo de 2016 es una fecha que Bersant Celina nunca olvidará. Poco después de que el prometedor y fascinante mediocampista firmara la ampliación de su contrato hasta 2020 con el coloso de la Premier League inglesa Manchester City, el país natal de Celina, Kosovo, fue admitido como federación miembro de la FIFA. Por consiguiente, por primera vez en su historia, la nación puede luchar por la clasificación para las máximas competiciones internacionales.

“Hizo que me sintiera enormemente orgulloso”, ha explicado Celina a FIFA.com al recordar aquel día. “Poder jugar en las competiciones de la FIFA nos ha dado una gran alegría tanto a mí como a mi país. Es todo un hito. Me siento muy feliz de que mi nación pueda participar en las máximas competiciones. La firma de un contrato es una recompensa al trabajo bien hecho, y creo que mi familia estará muy orgullosa de mí. Yo también lo estoy”.

Sueños internacionales Celina, actualmente cedido al FC Twente holandés, nació en Prizren y se mudó a Noruega con su familia cuando era niño, en 1998, escapando de la guerra que se cernía sobre su patria natal. Tras asentarse en Drammen, una ciudad que posee una gran comunidad de inmigrantes kosovares, Celina dio rienda suelta a su amor por el deporte rey y fichó por un grande de la ciudad, el Stromsgodset IF, cuando todavía iba al colegio. A continuación representó a Noruega en varias categorías de edad, incluida la sub-21.

Cuando, a los 20 años, tuvo que decidir entre Noruega y Kosovo, Celina optó por esta última. Desde entonces ha participado en el primer partido oficial de Kosovo, así como en el primer clasificatorio de la nación en la Copa Mundial de la FIFA™, contra Finlandia, disputado el mes pasado. La joven promesa se ha fijado un objetivo muy importante en el fútbol internacional: capitanear a su país en el mayor escenario del mundo.

“Ser el capitán de Kosovo en un Mundial es un ambición que sigo acariciando y mi principal objetivo”, revela Celina. “Me alegro por todos los jugadores que podrán participar, y ojalá que algún día lleguemos a jugar en el Mundial. Después de todo por lo que ha tenido que pasar nuestro país, competir en un gran campeonato significa mucho para nosotros. Creo que todo el mundo está muy contento y nuestros seguidores están deseando que hagamos un buen papel”.

Jugadores, cuerpo técnico y aficionados conocieron el verdadero alcance de la admisión de Kosovo en el seno de la FIFA el 3 de junio de 2016, cuando se enfrentaron a las Islas Feroe en su primer internacional reconocido, antes del primer clasificatorio del país para el Mundial. Era la primera vez que sonaba el himno nacional y ondeaba bandera del país antes de un encuentro internacional, el primero motivo de orgullo para Kosovo aquel día, justo antes de que su selección se impusiera por 2-0 en su primer partido oficial.

“La emoción nos embargaba en nuestro primer amistoso, contra las Islas Feroe”, recuerda Celina. “Salimos victoriosos y fue un buen partido, aunque no el mejor para mí, porque me expulsaron. Demostramos que podíamos ganar y, además, jugando bien. Todos sabemos lo mucho que han sufrido nuestro país y nuestras familias. Queremos hacerlo bien por ellos. Nos sale del corazón. Esta pasión no es sólo por el fútbol, sino también por todos nuestros compatriotas. Me siento muy orgulloso de representar a Kosovo”.

Ambiciones en el Mundial Kosovo tendrá su bautismo de fuego de camino a Rusia 2018, donde la selección ha quedado encuadrada en su grupo de clasificación con nada menos que cuatro equipos que participaron en la EURO 2016 de la UEFA: Croacia, Islandia, Ucrania y Turquía. Tras haber empatado a 1-1 en su primer choque, a domicilio contra Finlandia, se enfrenarán a Croacia el 6 de octubre de 2016 y tres días después visitarán Ucrania.

Bajo la batuta del técnico Albert Bunjaki (“un buen amigo, con el resulta muy fácil trabajar, y dueño de un dominio táctico excelente”, según Celina), el combinado de Kosovo derrocha seguridad en sí mismo, a pesar de las dificultades que sin duda le plantearán sus rivales.

“Es un grupo muy difícil. Mi objetivo es conseguir la clasificación, no me conformo con nada menos que eso”, asegura Celina. “Debemos darlo todo en cada partido. Nunca se sabe qué puede pasar. En el fútbol todo es posible, y yo estoy convencido de que podemos lograrlo”.