"La Copa Mundial derriba las barreras culturales. Vas al Mundial y sientes alegría al ver a gente del mundo entero y de todas las religiones, todos los niveles de educación y todos los ámbitos de la sociedad"

Vivimos una época incierta, marcada por conflictos y crisis mundiales. El mundo está dividido. La Copa Mundial de la FIFA, gracias al poder del fútbol, unificará a las personas para que trasciendan las fronteras, se unan y estén de fiesta juntas.

Football Unites the World es un movimiento mundial que pretende inspirar, unir y hacer avanzar por medio del fútbol.

Las FIFA Legends cuentan cómo el fútbol ha unido a sus países respectivos en tiempos inciertos. Ya con la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022 iniciada, hemos llevado a Dunga a hacer un recorrido por el pasado.

En el selecto club de los campeones mundiales, existe una categoría aparte: la de los capitanes. Bien visibles sobre el terreno de juego con sus brazaletes, realizan ese trabajo en la sombra indispensable para llegar a buen puerto.

Si bien los goles, los destellos de brillantez y las celebraciones de Romario y Bebeto vienen enseguida a la mente al acordarse de Brasil en la Copa Mundial de la FIFA Estados Unidos 1994, la epopeya victoriosa de la Seleção podría haber tenido un desenlace muy diferente sin el rigor y el coraje de Dunga en el mediocampo.

Cuando le pedimos que resuma en una palabra lo que hacía fuerte a aquella selección brasileña, el ex jugador de la Fiorentina prefiere explayarse: "La confianza, la perseverancia, la disciplina y el talento de los jugadores brasileños. Nos sentíamos muy bien preparados por el cuerpo técnico, y estábamos seguros de poder llegar hasta el final".

Dunga, que ejercía a la vez de muro y de motor, realizó 57 entradas con éxito y distribuyó 692 pases en Estados Unidos 1994; dos récords en una sola edición que siguen en pie hoy. "Esas cifras confirman el legado dejado por nuestra generación", afirma sonriendo. "Cuando veo esas cifras hoy, me ponen aún más contento que cuando era jugador, porque hoy puedo pensar de forma distinta y verlas con otros ojos".

Desde que descubrió la magia de los Mundiales en junio de 1970, el legendario brasileño es un amante incondicional de la máxima competición futbolística. "La Copa Mundial derriba las barreras culturales. Vas al Mundial y sientes alegría al ver a gente del mundo entero y de todas las religiones, todos los niveles de educación y todos los ámbitos de la sociedad", subraya el que fuera seleccionador de Brasil de 2006 a 2010.

"En el terreno de juego, todo se deja a un lado. Uno se olvida de todo lo demás y admira el espectáculo. Creo que ese es uno de los grandes puntos positivos del Mundial. El fútbol une a las personas", concluye.