sábado 01 octubre 2016, 14:54

Unas espectadoras muy especiales en el inicio de Jordania 2016

No es más que un juego. No ofrece soluciones a las dificultades de la vida cotidiana. No cura enfermedades ni resuelve los grandes problemas geopolíticos. Y sin embargo, el fútbol ha derribado barreras, ha cultivado amistades, ha puesto en solfa ideologías caducas e incluso ha ofrecido breves treguas en la guerra. Sean cuales sean tus orígenes culturales, tu sexo o tus creencias, el fútbol te proporciona la oportunidad de expresarte y de ponerte en contacto con los que te rodean a través del lenguaje universal del movimiento humano, acompañado de unos cuantos elementos básicos: un balón, un terreno de juego y dos equipos.

El Reino de Jordania, al igual que todas las 211 federaciones miembro de la FIFA, cree en el poder del fútbol. Por esto, la nación de Oriente Próximo compitió, invirtió y trabajó durante años por organizar el certamen deportivo más importante de su historia, la primera competición de fútbol femenino de la FIFA celebrada en la región: la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Jordania 2016.

El 30 de septiembre, mientras los aficionados llenaban en su totalidad las 17.351 localidades del Estadio Internacional de Ammán para presenciar la ceremonia inaugural del torneo, 250 niñas se revolvían entusiasmadas en sus asientos entre el público. Delante de ellas, sobre el terreno de juego, 11 jóvenes vestidas con la camiseta de la selección nacional de Jordania se embarcaban en su primera experiencia en un Mundial. Unas cuantas hileras de asientos por detrás de ellas, Xavi Hernández, el legendario futbolista español y campeón de la Copa Mundial de la FIFA 2010™, saludaba y sonreía.

La aventura futbolística de estas 250 muchachas desconocidas empezó en agosto, cuando el trofeo de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA visitó el campo de refugiados de Al Zaatari como parte de su gira oficial por el país. Al Zaatari, fundado en 2012 para proporcionar cobijo a miles de refugiados sirios, es un sombrío testimonio de los problemas que se ciernen sobre Oriente Próximo, mientras el conflicto bélico sigue destrozando hogares y familias, y despojando a miles de sirios de los derechos humanos básicos y de su dignidad. Las chicas aficionadas al fútbol de Al Zaatari quedaron totalmente extasiadas con la distracción que la visita del trofeo les proporcionaba. Al final de aquel día, regresaron a sus hogares provisionales. Incluso a su corta edad, comprendían que el torneo era algo que sucedía lejos de aquel campamento, en otra realidad alejada de ellas.

Un día que nunca olvidarán Salir del campo de refugiados es, en estos momentos, prácticamente imposible, hasta el punto de que muchos de los habitantes de Al Zataari no lo han hecho jamás. Gracias a la ayuda de las autoridades jordanas, de la FIFA, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), del Proyecto para el Desarrollo del Fútbol Asiático (AFDP) y del Comité Organizador Local Jordania 2016, las 250 niñas aficionadas al fútbol de Al Zaatari pudieron hacer lo que parecía imposible: asistir al partido inaugural de Jordania en el Estadio Internacional de Ammán.

"Es la primera vez que puedo salir del campo", explicaba la joven Raghda,sentada junto a dos de sus amigas, a FIFA.com. "Me siento inmensamente feliz".

"When I came here on the bus I was thinking about how I will enjoy this game," said Haneen, ''I will never ever forget this in my life."'

"Cuando llegué aquí en el autobús iba pensando en todo lo que voy a disfrutar durante el partido", nos contaba Haneen. "No voy a olvidar esto en mi vida".

Para los demás puede que no sea más que un pequeño episodio, algo anecdótico. Pero para estas niñas, la oportunidad de formar parte de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA, de ver a otras muchachas jugar un partido internacional, de vitorear y cantar, y de olvidarse durante al menos 90 minutos de todas las dificultades que tienen que atravesar cada día, ha sido muy importante.

"Libertad y paz, eso es todo lo que quiero", aseguraba Haneen. Su amiga Laila interrumpía a su hermana gemela para añadir: "sueño con poder convertirme algún día en jugadora de fútbol. Quiero ser la capitana del equipo y poder jugar en la cancha, como estas chicas".

Promoviendo el fútbol femenino en Jordania “Estas niñas lo han perdido todo, se encuentran confinadas día tras día en un campo de refugiados en condiciones muy difíciles. Pero hoy es diferente, hoy son unas aficionadas al fútbol más, como cualquier otra de las personas que están disfrutando aquí en el estadio. Hoy pueden sentirse libres”, afirmaba Honey Thaljieh, Directora de Comunicaciones Corporativas de la FIFA. Como cofundadora y capitana de la primera selección nacional femenina de Palestina de la historia, Honey conoce bien las barreras a las que se enfrentan las jóvenes en Oriente Próximo, y el profundo efecto que puede tener el deporte en la formación del carácter y del futuro de estas muchachas. “Éste es el poder que tiene el fútbol para integrar y unir a las personas, independientemente de su condición y situación. Nuestro mensaje resuena alto y claro: el fútbol es para todos”, añade Honey.

Para contribuir a la difusión de este deporte por todo el Reino, la FIFA y la Federación Jordana de Fútbol (JFA) han anunciado el primer día de la competición que, por cada gol anotado durante esta fase final, se donarán 150 balones a las comunidades más vulnerables del país. La iniciativa conjunta de la FIFA y de la Federación Jordana de Fútbol, con la ayuda del Proyecto para el Desarrollo del Fútbol Asiático y de adidas, persigue el objetivo de regalar ese objeto que simboliza el primer paso, el balón, para cualquier persona que desee jugar al fútbol.

Los preparativos, las iniciativas sociales, la inversiones financieras en instalaciones, y los esfuerzos del organismo rector del fútbol mundial y de un Comité Organizador Local compuesto principalmente por mujeres han empezado algo grande. El comienzo de lo que la JFA y la FIFA están convencidas de que será un prolongado y rico legado para la región, que forjará el futuro del fútbol para todos, hombres y mujeres, en Jordania y en Oriente Próximo.