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miércoles 30 septiembre 2020, 02:20

Las ganas de Evans de ayudar, un incentivo para el fútbol en el Pacífico

  • Emma Evans es la directora de Desarrollo del Fútbol Femenino de la OFC

  • Ha tejido una sólida red en el ámbito del fútbol femenino en el Pacífico

  • "Tener un impacto positivo en las mujeres a través del fútbol me motiva"

Si la pasión y el entusiasmo por el fomento del fútbol femenino sirven de indicador, el Pacífico va a salir muy beneficiado con el nombramiento de Emma Evans. Nuestra protagonista, que asumió el cargo de directora de Desarrollo del Fútbol Femenino de la OFC a comienzos de 2019, se ha propuesto impulsar esta disciplina desde cero en toda la región.

El Pacífico es terreno abonado para el fútbol femenino. Y al hablar con Evans uno tiene la sensación de que ella es la persona idónea para guiar a las 11 federaciones miembro de Oceanía en la construcción de este deporte a todos los niveles. Además, como la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ se celebrará en Australia y Nueva Zelanda en 2023, el momento no puede ser más oportuno.

Evans ha atesorado una dilatada experiencia futbolística en un espacio de tiempo relativamente corto. El deporte rey ha sido una presencia constante en su vida desde que a sus cuatro años se puso por primera vez unas espinilleras que le quedaban grandes para defender los colores del Miramar Rangers de la ciudad de Wellington.

Una lesión de rodilla no diagnosticada a la edad de nueve años echó por tierra sus posibilidades sobre el terreno de juego. Aunque en última instancia le ayudó a labrarse una floreciente y productiva carrera fuera de la cancha.

Dado que con 19 años ya se había sometido a tres cirugías de rodilla, Evans se dio cuenta de que "definitivamente tenía que cambiar el rumbo". Aquí podría aplicarse el dicho de que no hay mal que por bien no venga. "Me permitió tener una carrera en el fútbol, solo que no fue la que yo pensaba", declaró a FIFA.com.

"Tuve la suerte de contar con algunas personas clave que me ayudaron a seguir involucrada en el fútbol, como entrenadora", añadió en alusión a la figura local Natalie Lawrence. Poseedora de una licencia "B", Evans fue entrenadora asistente de la alabada selección de Nueva Zelanda que hizo historia al conquistar la medalla de bronce en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2018.

A los 24 años ya era la entrenadora del Capital Football, que milita en la liga nacional de Nueva Zelanda. Capital Football es además el organismo rector del fútbol en la región de Wellington y ella era su responsable de desarrollo del fútbol femenino.

Cuatro años después, su cargo implica impulsar el crecimiento del fútbol femenino en el Pacífico. "Tenemos suerte de tener a alguien con su pasión y dinamismo, no solo en lo que respecta al fútbol, también en sus ganas de crear oportunidades para las mujeres y las niñas en Oceanía", afirmó tras su nombramiento Patrick Jacquemet, director técnico de la OFC. Unas palabras que resumen a la perfección las cualidades de Evans.

En el breve lapso de tiempo transcurrido, los avances han sido palpables. Cuando Evans comenzó, tan solo había cuatro personas encargadas del desarrollo del fútbol femenino y nadie había asumido esas funciones recientemente a nivel de la OFC. Ahora hay 11 en nueve de las 11 federaciones miembro (Samoa y Tonga tienen dos cada una). Es más, bajo la batuta de Evans se ha incorporado a personal altamente motivado.

Cuando surge la oportunidad

"Cuando empecé, el fútbol femenino no era una prioridad ni en la OFC ni en las federaciones miembro", aseveró Evans, quien ahora mismo participa en la elaboración de la próxima estrategia para el fútbol femenino de la OFC.

"Hemos visto que los directores de desarrollo de verdad ayudan porque hay alguien responsable, alguien que está ahí para estimular a otras personas para fomentar el fútbol femenino y llevar a cabo programas, así que ha supuesto un gran progreso".

"Como la Copa Mundial Femenina se celebrará aquí, las federaciones miembro de la región están empezando a centrarse y a dar prioridad al fútbol femenino. Ha sido algo enorme y ha dado verdadera esperanza a la región".

"La Copa Mundial Femenina otorga una visibilidad extra a esos países, que podrán constatar que el fútbol femenino es muy fuerte a nivel global y puede generar oportunidades. También significa que la gente se dará cuenta de lo que está pasando en esta parte del mundo y de lo que Australia, Nueva Zelanda y el Pacífico tienen que ofrecer".

"Obviamente, el fútbol femenino lleva un cierto retraso aquí comparado con la mayor parte del resto del mundo, pero eso nos da una oportunidad para amoldarlo y que influya en aspectos adecuados al nivel local en el Pacífico. No se trata simplemente de implantar un modelo eurocéntrico, sino uno que se adapte a las condiciones de aquí".

Toma de conciencia y modelos a seguir

Evans ha experimentado una especie de epifanía desde que trabaja codo con codo con las mujeres en la región del Pacífico, muchas de las cuales no han tenido su oportunidad, no ya en el fútbol, ni siquiera en la sociedad.

"Mi aprecio y pasión por el puesto quizás me hayan ayudado en algunos momentos duros de mi vida", añadió. "Era donde me sentía como en casa, me hacía conectar con la gente y alguna de las mejores amistades y recuerdos que tengo están relacionados con el fútbol".

"Pero desde que asumí este papel, lo que pensé que era una profunda pasión por el fútbol ha resultado ser una profunda pasión y deseo de ayudar a otras personas en sus vidas, especialmente a las mujeres. Lo que me motiva cada día es tener un impacto positivo en las vidas de las mujeres a través del fútbol. Una consecuencia de esto es que tenemos mejores jugadoras, mejores técnicos, mejores árbitros, gente mejor preparada, pero todo empieza a partir de ese primer impacto".

"Ha sido un cambio de mentalidad interesante. Para mí ha sido realmente bueno comprender por qué hago las cosas y comprender cuál es mi meta, pero me llevó 15 años de trabajo y voluntariado en el ámbito del fútbol comprender que de lo que se trata es de querer marcar la diferencia en las vidas de la gente".

"La visibilidad es crucial. Si no puedes verlo, no puedes llegar a serlo. Para mí ahora se trata de tener a mujeres en puestos clave en todos los ámbitos del fútbol para tener esa visibilidad. Aún queda mucho trabajo por hacer en todos los estamentos del fútbol, pero el impacto que lograremos cuando lo consigamos será enorme".