viernes 04 diciembre 2020, 15:47

Hadžibegic: "Montenegro tiene opciones contra cualquiera"

  • Faruk Hadžibegić es seleccionador de Montenegro desde julio de 2019

  • Ha obrado una metamorfosis en un equipo moribundo

  • Habla de su trabajo, el sorteo de Catar 2022 y su pasado de jugador

Cuando Faruk Hadžibegić tomó las riendas de Montenegro en julio de 2019, los Halcones valientes tenían la moral por los suelos. La selección montenegrina, colista de su grupo en la fase de clasificación para la Eurocopa 2020, estaba sumida en plena crisis, e hizo falta toda la paciencia y la humanidad del técnico bosnio para reenderezar el rumbo de este pequeño país, que lleva unos meses recogiendo los frutos de su trabajo y encadenando buenos resultados.

Hasta tal punto que, según el entrenador de 63 años, Montenegro está preparado para clasificarse para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022, cuyo sorteo correspondiente a la Zona Europea tendrá lugar este lunes 7 de diciembre. En una entrevista concedida a FIFA.com, Hadžibegić habla de su trabajo con la selección, sus ambiciones y su experiencia en el Mundial de 1990 con Yugoslavia.

Faruk, ¿con qué mentalidad se puso al frente de Montenegro en julio de 2019?

Mis sentimientos estaban encontrados. Regresaba al territorio de la antigua Yugoslavia, donde las tensiones políticas nunca han dejado de existir, y donde la situación de la selección nacional generaba mucho estrés, incertidumbre y desaliento. La complejidad de la situación hizo que me hiciese preguntas, pero mi amor por el fútbol y el deseo de reencontrarme con mis raíces fueron más fuertes.

¿Con qué estado de ánimo se encontró al equipo, que encadenaba por entonces los malos resultados?

El equipo estaba desestabilizado por todos esos malos resultados, pero yo percibí un grupo que tenía ganas de salir de esa situación. Necesitábamos estar juntos, discutir, pasar tiempo sobre el terreno de juego. Todo el cuerpo técnico volvió a cerrar filas en torno al equipo y, actualmente, tenemos un estado de animo y un ambiente de trabajo extraordinarios.

Los resultados tardaron un poco en llegar…

Tengo mucha experiencia, así que sabía que iba a hacer momentos difíciles al principio, cambios bruscos de humor… Era preciso que cada uno se liberase de la situación, y no solamente en el plano deportivo, sino también mentalmente. Había también lesionados, como Stevan Jovetić, que es nuestro líder técnicamente. Lo tuvimos todo de golpe: crisis de confianza, crisis de resultados y lesiones.

¿Qué objetivos le marcó Dejan Savićević, presidente de la Federación Montenegrina de Fútbol desde 2006?

No me dio ningún objetivo en especial, salvo el de recuperar la estabilidad, la confianza y un compromiso con la selección nacional. Jugué con él y contra él en Yugoslavia. Desde el primer día de su carrera hasta el último, era reconocido por sus cualidades tanto humanas como futbolísticas. Es el mejor presidente que he tenido en toda mi carrera, tanto en el fútbol de clubes como de selecciones. Conoce el fútbol y no habla de otra cosa, y dirige la federación con un espíritu familiar, como si fuese su casa.

Montenegro solamente tiene 600.000 habitantes. ¿Eso limita automáticamente las posibilidades de la selección?

Cuando sólo tienes 100.000 federados, el vivero de jugadores es forzosamente muy limitado en relación a España, Francia o Alemania, donde los federados se cuentan por millones. Pero nos adaptamos. Para mí es una dificultad, pero no un problema. Cuando la plantilla está al completo, lo cual no ha sucedido nunca desde que estoy allí, Montenegro tiene sus opciones contra cualquier selección.

¿Con qué espíritu afronta el sorteo de la fase de clasificación europea para el Mundial de 2022?

Mi único deseo para esta fase de clasificación es afrontarla en las mejores condiciones posibles, sin problemas de lesiones o de otra índole. Estamos en una buena dinámica. Ya veremos lo que depara el sorteo, pero yo quiero tener un grupo excitante con selecciones entre las 10 primeras del mundo; con emparejamientos que apasionen a los jugadores y a todo el país. Montenegro es un país deportivo, que lleva el deseo de ganar en su ADN.

¿Piensa que Montenegro está preparado para jugar un Mundial?

Sí, sin ninguna duda.

La clasificación para Brasil 2014 de Bosnia y Herzegovina, su país de origen, ¿constituye una fuente de inspiración?

Yo participé en la reconstrucción del país y de la selección después de la guerra. Han trabajado con mucha inteligencia y coraje. Analizamos lo que hacen nuestros vecinos y avanzamos pacientemente. Hay que ser ambiciosos pero no pretenciosos. En todo caso, pienso que Montenegro está al principio de algo extraordinario.

¿Es usted de los que evocan su pasado como jugador con sus jugadores?

¡Ah, eso nunca! Me lo prohíbo. Es otro periodo. Decir que jugué con Maradona, Platini, Matthaeus, Butragueño… ¿De qué sirve eso? Son buenos recuerdos que guardo para mí, pero también una experiencia de la que me valgo para ponerme al nivel de mis jugadores hoy.

¿Qué recuerdos conserva de su andadura con Yugoslavia en el Mundial de Italia 1990?

Fue una experiencia excepcional. Vivimos una gran aventura llena de emociones. Tengo escalofríos solamente de pensar en ello. Mentalmente y físicamente, yo estaba a tope… Fue un Mundial de artistas. Baggio con Italia, Higuita con Colombia, la España de Butragueño… había mucha calidad en ese Mundial.

¿Qué repercusión tuvieron vuestras buenas actuaciones en Yugoslavia, que estaba entonces al borde de la guerra?

En todo momento sentimos mucho apoyo por parte de los aficionados. Cuando vencimos a España en octavos de final, y lo digo con total humildad, para nosotros fue completamente normal. Confiábamos en nosotros mismos, respetamos a nuestro rival, y teníamos calidad para vencerle.

El siguiente rival fue Argentina en cuartos de final. ¿Qué se siente cuando eres defensa ante la idea de enfrentarse a Diego Armando Maradona?

Diego era un jugador excepcional. Es un placer enfrentarse a uno de los mejores jugadores del mundo, pero sobre todo después del partido. Durante el partido, no tienes tiempo de pensar en ello. Jugábamos contra los vigentes campeones mundiales, por lo que solamente nos mirábamos a nosotros mismos. Pero sí vi que Maradona tenía una actitud excepcional, al servicio de su equipo y con una mentalidad muy buena y mucho respeto por nosotros. ¡Yo estaba admirado, pero concentrado!

Ese fue el último partido de Yugoslavia en un gran campeonato, y usted falló el último lanzamiento en la tanda de penales. ¿Ese recuerdo sigue doliendo?

Para mí, sigue siendo un lance del juego. Mi carácter hace que relativice mucho las cosas. Tengo remordimientos porque habría preferido marcar. Pero hoy todo el mundo me habla de ello y se acuerda de mí por ese penal. Hay un libro que se sacó sobre eso, una película… con la pregunta: “¿fue mi lanzamiento penal el que desencadenó la guerra?” (risas). Yo me lo tomo con mucha tranquilidad. Mi carrera duró 20 años, y todo el mundo se queda solamente con eso. Pero yo me lo tomo con mucho amor, y humor. Entré en la historia de los Mundiales, y en la Historia a secas, gracias a ese penal (risas).