"Simplemente empezó como mi hobby y luego explotó...".

Lee Hawkins fundó originalmente la Fundación ASA hace 23 años como una academia de empoderamiento juvenil basada en el deporte para niños de la calle en Indonesia. Una organización benéfica que utiliza el poder del deporte y del fútbol para ejecutar iniciativas de impacto social que mejoran la salud, la seguridad, el bienestar y las habilidades de aprendizaje de los jóvenes en situación de riesgo en los países en desarrollo.

"Ha sido un viaje maravilloso a lo largo de los últimos 23 años", explica Hawkins a Inside FIFA. "En realidad, creé la Fundación ASA en Yakarta como un hobby allá por 2001. Yo era entrenador en el Southampton Football Club y también me dedicaba a la formación en habilidades interpersonales.

"Organizábamos clínics de entrenamiento para chicos y chicas. Empezamos a trabajar con niños de la calle en el centro de Yakarta, y por aquel entonces, el director nacional de Church World Service (CWS), que es una ONG internacional, me dijo: 'Oye Lee, vamos a montar juntos un programa de fútbol'. Su hijo era el capitán de mi equipo de élite, y en aquel momento trabajábamos con muchos niños de la fundación, así que le dije. Vale, vamos a poner en marcha un programa de salud y nutrición con tus niños de la calle", explica sobre los comienzos de la fundación.

Ha sido un largo viaje para Hawkins, que desde entonces ha conseguido poner en marcha innumerables programas y tener un impacto positivo en la vida de muchas personas. Bajo su dirección, la Fundación ASA ha crecido hasta convertirse en una ONG de educación y empoderamiento basados en el deporte. Ahora actúa como socio local de confianza para colaboradores estratégicos a largo plazo en todo el mundo. Uno de estos colaboradores es la Fundación FIFA.

"Hemos estado trabajando con la Fundación FIFA desde 2018 en una serie de programas que van desde la resolución de conflictos, la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, la salud y la nutrición, la higiene y el saneamiento, que fue una especie de reacción al virus COVID-19", describe el innovador creativo.

El programa más reciente que ha recibido el apoyo de la Fundación FIFA pretende utilizar el poder del fútbol para empoderar a los jóvenes discapacitados. Pero esta iniciativa va más allá del fútbol: trata de fomentar la confianza y promover el trabajo en equipo y la inclusión. Todos los domingos, 100 inspiradores jóvenes deportistas -50 chicos y 50 chicas- se reúnen en el sur de Yakarta (Indonesia) para recibir lecciones sobre salud, bienestar, habilidades para la vida e igualdad de género.

"Acabamos de poner en marcha el primer programa para discapacitados y es impresionante", afirma Hawkins. En él tenemos a 100 niños, 50 chicos y 50 chicas. La igualdad de género es uno de nuestros principales pilares. Siempre centramos todos los programas, como mínimo al 50%, en la participación femenina. Es un programa brillante y está teniendo un gran impacto en las comunidades", añade sobre las iniciativas.

Las sesiones de entrenamiento se programan de hora y media entre las 8:00 y las 9:30, la parte más fresca del día, lo que es enormemente importante para que los niños con discapacidades no sufran con el calor.

"Antes incluso de empezar la sesión, durante la semana planificaremos la sesión de formación, qué puestos de trabajo vamos a impartir y estableceremos la estructura del programa de formación para ese domingo", explica el fundador de ASA, cuya carrera en el desarrollo internacional se remonta a hace más de 20 años.

"Haremos un calentamiento divertido, que es una sesión de aeróbic con música. Después dividimos a los chicos en grupos, que son subgrupos en función de la edad, el sexo y el tipo de discapacidad, ¡algo muy importante! Todos los ejercicios están orientados a la diversión, son intuitivos y transmiten mensajes educativos clave".

"También organizamos pequeños partidos orientados a habilidades para el día, como pueden ser el trabajo en equipo, la comunicación, el juego limpio, el liderazgo y la organización. Es como un circuito con diferentres estaciones de trabajo, así que los grupos se mueven de un lado a otro y, como he dicho, cada ejercicio de entrenamiento está orientado a los jóvenes que tienen un determinado tipo de discapacidad".

Una motivación adicional es el hecho de que a cada uno de los chicos se le entrega una camiseta de entrenamiento que pueden conservar una vez concluido el programa, añade un sonriente Hawkins.

El programa actual, que cuenta con el apoyo de la Fundación FIFA, se centra en utilizar el fútbol como herramienta para enseñar a los niños discapacitados cualidades de confianza, autoestima, trabajo en equipo y liderazgo para que las puedan utilizar también fuera del terreno de juego.

"Nos centramos en las discapacidades y en los niños y niñas. El programa fomenta un sentimiento de inclusión e igualdad con el que se anima a unos y a otros a participar por igual. Y esto, obviamente, rompe las barreras de género y promueve una sociedad más inclusiva. ¡También contamos con el apoyo de los padres!", nos cuenta.

"Es estupendo ver a los niños participando en esta actividad física, el fútbol, que socialmente es capaz de relacionarlos. Algunos de ellos tampoco hacen muchas actividades físicas en su escuela. Nuestro programa contribuye significativamente a su bienestar general, a su autoestima y a su desarrollo físico. Diría que el fútbol es una especie de lenguaje único".

Hawkins subraya lo importante que es el apoyo de la Fundación FIFA para el funcionamiento del programa y cómo va mucho más allá de simples recursos financieros.

"Su apoyo es crucial para el éxito y la sostenibilidad de nuestros programas. Obviamente, aportan los recursos financieros, pero es obvio que tener a la Fundación FIFA involucrada en nuestro programa le da a la Fundación ASA y al programa una enorme credibilidad y visibilidad para iniciar y ayudar e inspirar a nuestras comunidades a comprometerse y apoyar al programa".

"Tenemos pancartas enormes en la escuela [SLBN 12 Yakarta] donde llevamos a cabo nuestro programa. Todos los niños y niñas y sus padres ven que contamos con el apoyo de la Fundación FIFA. Eso nos da una credibilidad enorme y hace que todos se sientan realmente entusiasmados por formar parte de esta iniciativa de la Fundación FIFA y parte de toda su historia. Es fantástico que este programa pueda crear un cambio social positivo en nuestras comunidades y escuelas", añade.

Gracias a una serie de programas de seguimiento y evaluación, tanto Hawkins como su equipo pueden averiguar exactamente hasta qué punto el fútbol y otros tipos de deportes han cambiado para bien la vida de los participantes. Eso incluye medir a gran escala el impacto en los participantes y realizar encuestas con los padres y madres. "Si podemos identificar a los jóvenes con talento, también podemos darles oportunidades para llegar a un nivel de élite a través del deporte y también de becas. Nos encantaría hacer eso con los chicos de la Fundación FIFA, con los chicos discapacitados, ofrecerles esas oportunidades para enviarlos al extranjero y especialmente a los que han sido reclutados por las selecciones nacionales en competiciones de élite. Tenemos algunos atletas de gran talento en este grupo de 100 alumnos", nos cuenta.

"Dos de nuestros chicos discapacitados han llegado a ser atletas nacionales y han logrado medallas de oro en Suecia a través de un programa que realizaron en ese país. Intentamos abrirles más oportunidades. Vamos a recomendar a más atletas con talento a su Federación Nacional de Deportes. Ese es un objetivo subyacente de nuestros programas. Aunque obviamente nuestro primer objetivo es utilizar el deporte para educar, empoderar, desarrollar la capacidad de nuestros profesores, nuestros entrenadores de cada comunidad y nuestros jóvenes", concluye.