Cuando se anunció que Indonesia albergaría la edición de 2023 de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA™, era a la vez la primera vez que un torneo de la FIFA iba a llegar a sus costas.

Indonesia es la cuarta nación más poblada del mundo y allí el fútbol es el deporte número uno, por lo que no ha sido ninguna sorpresa ver a casi 400.000 aficionados atravesar las puertas de los diferentes estadios incluso antes de que se disputen los cuartos de final

Uno de esos aficionados es Gunawan, un entrenador de categorías juveniles de un pequeño pueblo que ha estado haciendo rutinarios viajes de ida y vuelta de un total de seis horas para ver varios partidos.

"Llevo esperando desde que se canceló la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA, lo cual fue una decepción. Pero ahora la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA se celebra aquí, y estoy muy orgulloso", declaró Gunawan. "Enseguida pedí entradas para los partidos y compré productos oficiales. Apoyo todos los aspectos de este torneo".

Procedente de Cilandak Lor, en la provincia de Java Occidental, los viajes de seis horas de Gunawan para ver los encuentros de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA ponen de manifiesto su amor por el fútbol y la importancia de este torneo para los indonesios.

Gunawan se levanta a las 4:30 de la mañana para rezar y desayunar antes de ir a trabajar. Cuando está en el trabajo, pide permiso para salir temprano -una petición que afortunadamente siempre se le concede- y a la una de la tarde conduce las tres horas que le separan del estadio con su mujer y sus hijos.

Además de los partidos de la fase de grupos en Yakarta, Gunawan ya ha reservado los billetes para un viaje de ida y vuelta de 14 horas en tren a la final de Surakarta, una decisión que no dudó en tomar.

"Es emocionante ver fútbol internacional, es una de las mejores experiencias. Ver el fútbol en directo es mejor que verlo por televisión: se observan todos los lados del campo, se aprecian claramente las habilidades de todos los jugadores y se vive mejor la pasión", añadió.

"También es muy especial poder verlo con mi mujer y mis hijos. El mejor regalo es ver fútbol en directo, así que ya sea a nivel internacional o de clubes, siempre lo veo con mi familia".

Cuando no está trabajando o asistiendo a partidos, Gunawan dedica su tiempo libre a entrenar a los niños de su pueblo. Actualmente está a cargo de los equipos sub-10, sub-12, sub-15 y sub-17 del pueblo. Después de ocho temporadas como entrenador, aprovecha la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA para aprender valiosas lecciones que después pueda transmitir a sus jugadores.

"No vengo sólo para ver fútbol, estoy aquí para estudiar y observar el fútbol al más alto nivel", continuó Gunawan. "Luego puedo copiar lo que veo y enseñárselo a los jugadores de mi pueblo. Podemos aprender mucho del fútbol. En primer lugar, aprendemos a competir, pero también a ser pacientes y a tolerarnos: eso es lo importante. Enfoco a mis jugadores no sólo en el fútbol, sino también en sus actitudes".

"Los niños tienen talento y aspiraciones. Organizar este torneo da esperanza a los niños de zonas remotas del país y de pueblos como el nuestro. Aunque seamos de comunidades pequeñas, podemos hacer realidad los sueños de los jugadores", concluyó.