Katie Chapman y Kristine Lilly hablan de la situación del fútbol femenino
Ambas analizan la temporada de la FAWSL y del campeonato de otoño la NWSL
Comentan también la llegada de Vlatko Andonovski y Sarina Wiegman
En la tercera entrega de la nueva serie “Football Talks with FIFA Legends”, la FIFA ha invitado a la prensa a participar en una entrevista virtual con Katie Chapman y Kristine Lilly.
Como en la charla de la semana pasada entre Steve McManaman y Michel Salgado, durante unos 45 minutos apasionantes, las dos leyendas respondieron a las preguntas de la prensa y conversaron sobre las últimas noticias del fútbol internacional y de clubes.
Chapman y Lilly ofrecieron su pronóstico para el resto de la temporada de la liga femenina de Inglaterra, la FAWSL, con atención especial a los fichajes por clubes del campeonato inglés de varias jugadoras de la selección nacional estadounidense campeona de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™.
FIFA.com presenta a continuación una selección de la interesantísima conversación que mantuvieron ambas estrellas en la mesa redonda con la prensa sobre el futuro del desarrollo del fútbol femenino y otros temas de actualidad.
Recientemente, en la FAWSL están produciéndose muchos fichajes interesantes de jugadoras de la selección femenina estadounidense. ¿Qué impacto esperan que estas estrellas tengan en la liga?
Katie Chapman: Conseguirán que sea más competitiva. Proporcionan a la liga inglesa la proyección internacional que, en mi opinión, necesitamos. El solo hecho de entrenarse junto a ellas hará mejores a las demás jugadoras. Además, servirá de mucho que las generaciones más jóvenes vean a futbolistas de talla mundial jugar en esta liga. Esta temporada, el campeonato será más competitivo que nunca, lo que a mí, como exjugadora, me parece realmente ilusionante.
Hemos visto cómo varias estrellas de Estados Unidos han aterrizado en la liga inglesa. ¿Qué opinan de esos fichajes y qué aportarán todas ellas a la FAWSL?
Kristine Lilly: En general, me parece ilusionante el simple hecho de estar hablando de estas cosas. Soy de una época en la que podíamos sentirnos afortunadas de contar con una liga profesional a principios de los 2000, y ahora estamos aquí hablando de grandes fichajes. Es increíble. Lógicamente, estas jugadoras de primera fila que llegan a Inglaterra supondrán una gran ayuda, ya sea sobre el terreno de juego o atrayendo la atención de los medios. Todo esto favorece el crecimiento del deporte.
Ni que decir tiene, en Estados Unidos nos encanta atraer a las mejores jugadoras, porque contribuye a subir el listón del juego. Por eso, cuando surgen estas oportunidades, ambos lados ganan. En cuanto a la NWSL, el campeonato organizó un pequeño torneo en verano y ahora otro en otoño, y con ello está creando oportunidades para la liga, que en mi opinión también son apasionantes porque las futbolistas tienen que seguir jugando.
Echaremos de menos a las que ya no están aquí, pero su marcha ayudará a que el siguiente grupo de futbolistas que luchan por convertirse en profesionales demuestren lo que saben hacer y consigan minutos sobre el terreno de juego. Es emocionante que haya tanto movimiento en la categoría profesional del fútbol femenino. Con suerte, esto beneficiará a las jugadoras, impulsará mejoras y propiciará el crecimiento continuo del juego.
Hablemos ahora del fútbol internacional y fijémonos en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023. Ahora que Estados Unidos tiene nuevo seleccionador, ¿qué sensaciones hay en la plantilla? ¿Qué perspectivas vislumbran para la selección femenina del país?
Lilly: Creo que, por lo mucho que ha conseguido Vlatko Andonovski en la NWSL y por su conocimiento de las jugadoras, la transición será seguramente muy fluida. Además, como la selección inglesa también tendrá una nueva seleccionadora, será interesante ver cómo se desarrollarán las cosas. En el fútbol internacional, las jugadoras no tienen que competir. Me consta que todas ellas están entrenándose intensamente por su cuenta cuando no se concentran con el equipo.
Los entrenadores andan constantemente buscando futbolistas capaces de causar sensación al máximo nivel. Si se fijan en los éxitos que alcanzó Estados Unidos el verano pasado y en la juventud que tenía sobre el terreno de juego, verán que se encuentra en un estado de forma excelente. El Mundial se celebrará en el otro extremo del mundo, y creo que esas jugadoras están deseando participar en Australia y Nueva Zelanda.
En su opinión, ¿qué naciones y qué jugadoras brillaron con más fuerza en los últimos clasificatorios para la EURO de la UEFA? ¿Y qué creen que Sarina Wiegman aportará a la selección de Inglaterra?
Chapman: Inglaterra disputó un partido de entrenamiento en el que las jugadoras se enfrentaron entre sí, es decir divididas en un equipo “local” y otro “visitante”. En aquel encuentro, me pareció magnífico constatar que tenemos una plantilla realmente grande, con un montón de talentos jóvenes a quienes se les abren las puertas del primer equipo y juegan su primer partido con él. Del Chelsea, donde jugué más recientemente, han destacado grandes futbolistas, como Pernille Harder (Dinamarca) y Sam Kerr (Australia). Ojalá que toda esta calidad que tenemos en el fútbol inglés, que está contribuyendo a la formación y desarrollo de nuestras jóvenes, nos resulte fundamental para la selección inglesa.
La llegada de la nueva seleccionadora traerá consigo un modo de vida diferente, puntos de vista diferentes, experiencias diferentes, y posiblemente genere además una cultura diferente. A veces es bueno, a veces no, pero a mí me ilusiona esta nueva etapa y espero que contribuya a nuestro desarrollo y mejora. Inglaterra, para mí, siempre ha estado ahí, siempre se ha quedado a las puertas, pero nunca lo suficiente, por eso espero que la nueva entrenadora nos proporcione ese extra de calidad y nos empuje a ser mejores.
¿Qué desearían que ocurriera para que las jugadoras que se han retirado de los terrenos de juego siguieran involucradas en el fútbol?
Lilly: En el fútbol femenino, la ayuda y la financiación necesarias nunca han sido gran cosa. Por eso, cuando las jugadoras cuelgan las botas, no reciben oportunidades para entrenar ni ganan dinero como para vivir de esto, de manera que optan por explorar trayectorias diferentes. En Estados Unidos, hemos comentado en innumerables ocasiones que estamos perdiendo a un montón de entrenadoras. No hay tantas como antes.
Yo entreno en el fútbol base y también a chavales, y cada vez que organizo un campamento o una actividad, trato de encontrar mujeres que trabajen con los niños que esté entrenando, ya sean chicos o chicas. Resulta muy positivo para todos ellos trabajar con mujeres, para que las niñas las vean, y también para que los niños comprueben y respeten el hecho de que una mujer puede entrenar y jugar al fútbol igual que los hombres. He comentado con mucha gente la idea de impartir cursos de entrenamiento exclusivamente femeninos para que las mujeres participen, puesto que abruma muchísimo ir a un curso de entrenamiento y encontrarse con que hay cien personas y solo dos de ellas son chicas. No se trata de la situación más placentera ni de la que más confianza despierta.
Por eso mismo, ofrecer cursos de entrenamiento femeninos supondría un gran paso en la dirección correcta. Las chicas necesitan seguir participando en el fútbol. Además, US Soccer ha ofrecido cursos de capacitación técnica para jugadoras profesionales mientras estas se encontraban todavía en activo en los terrenos de juego.
Chapman: En Inglaterra hemos empezado a promocionar esta formación cada vez más. Ahora contamos con más entrenadoras en nuestra liga. Emma Hayes es una de las grandes impulsoras y ha estado siempre en la vanguardia como una de las entrenadoras más expertas, además de haber acumulado una gran experiencia en Estados Unidos. A Inglaterra le está yendo muy bien en su intento por dar visibilidad a las entrenadoras. Tengo hijos y los llevo al fútbol. Como madre y exdeportista, que ellos vean a mujeres entrenando o sesiones de entrenamiento mixtas —mis hijos juegan con niñas, de las que opinan que son increíbles y hablan de ello de la forma más normal del mundo— indica que algo está cambiando, y me parece magnífico.